Esta meditación es una forma intensa, rápida y penetrante de romper con viejos, arraigados hábitos en el cuerpo-mente, que lo mantienen a uno aprisionado en el pasado, y de experimentar la libertad, la contemplación, el silencio y la paz que se ocultan detrás de los muros de esta prisión.
La meditación se tendría que hacer temprano en la mañana, momento en el que, según Osho lo explica, «la totalidad de la naturaleza se vuelve vital, la noche se ha ido, el sol aparece y todo se vuelve conciente y alerta».
La meditación dura una hora y tiene cinco fases
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